lunes, 15 de abril de 2013

Perro Labrador Retriever





Labrador retriever


Labrador retriever - Características básicas

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Grupo

Grupo 8: Perros cobradores de caza

Sección

Sección 1: Perros cobradores de caza. Con prueba de trabajo.

Nacionalidad

Americana.

Talla

Altura ideal a la cruz: en los machos, de 56-57 centímetros (22-22,5 pulgadas), y en las hembras, de 54-56 centímetros (21,5-22 pulgadas).

Pelo

Es una característica distintiva de la raza, y debe ser corto y denso sin ondulaciones o flecos; al tacto debe dar la sensación de ser bastante duro. Tiene una capa de subpelo resistente al agua.

Colores

Totalmente negro, amarillo o hígado/chocolate. El color amarillo varía desde el crema claro al rojo del zorro. Se permite una pequeña mancha blanca en el pecho.

Cola

La cola, una característica distintiva de la raza, es muy gruesa en la base y se adelgaza gradualmente hacia la punta; de tamaño mediano y sin flecos, pero debe estar bien cubierta completamente de pelo corto, grueso y denso, que le da la apariencia redonda descrita como “cola de nutria”. Puede ser llevada alegremente, pero no enroscada sobre el dorso.

Orejas

Ni largas ni gruesas; deben colgar pegadas a la cabeza y tener una inserción bien hacia atrás.

Cráneo

Amplio, nítido, sin presentar pómulos carnosos.

Ojos

De tamaño mediano que expresen inteligencia y buen temperamento, y de color castaño o avellana

Nariz

Amplia, con fosas nasales bien desarrolladas.

Pecho

De buena amplitud y profundidad; las costillas bien arqueadas y abarriladas.

Miembros Anteriores

Presentan buen hueso y, vistos de frente o de lado, deben aparecer rectos desde los codos hasta el suelo.

Miembros Posteriores

Bienes desarrollados, grupa no inclinada hacia la raíz de la cola.

Pies

Redondos, compactos, con dedos bien arqueados y almohadillas bien desarrolladas.


Labrador retriever - Ficha descriptiva

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• Cronología Moderna

S. XVII. Se tiene constancia de los primeros perros en la Península del Labrador; no están emparentados con los perros nórdicos o esquimales, ya que son el producto de cruces de los terranovas de los pescadores con spaniel llevados desde Inglaterra para la caza. Se les llama perros de Saint John. 1814. Primera referencia escrita de la raza, debida al coronel Peter Hawker, que describe minuciosamente su trabajo como cazador en el agua. 1825. El segundo conde de Malmsbury exporta a Inglaterra los primeros Saint Johns, también llamados “pequeños terranova”. Su hijo, el tercer conde, tiene el mérito de cambiar y popularizar el nuevo nombre de la raza: perro del labrador. 1904. El Kennel Club de Londres reconoce oficialmente la raza como labrador retriever y la clasifica dentro del grupo de perros de caza. 1916. Dos aficionados a la raza, Lady Howe y Lord Knutsford, fundan el Labrador Club. 1917. El American Kennel Club inscribe por primera vez en sus libros de orígenes un ejemplar de labrador. Diez años después había una docena escasa de labradores en Estados Unidos. Hoy es la raza más popular y con mayor número de inscripciones en el AKC. 1920. Se celebra la primera prueba de campo específica para perros de raza labrador. 1923. Lord Knutsford establece el primer patrón racial de la raza, que ha cambiado muy poco hasta nuestros días.

• Carácter

Perro que tiene buen temperamento y es muy ágil. Posee un excelente olfato y cobra con delicadeza; es muy aficionado al agua. Es un animal adaptable y devoto compañero. Inteligente, vivaz y dócil, con fuerte voluntad para complacer. De carácter afable, sin ninguna señal de agresividad o timidez impropias.

• Utilización

Es el perro de cobro por excelencia, capaz de trabajar sobre cualquier tipo de terreno, desde el cazadero verde de las llanuras inglesas a los secarrales castellanos, en el bosque más tupido, en el pantano o río, demostrando en todos los casos una resistencia y eficacia verdaderamente brillantes. Está dotado de un carácter dócil que facilita su adiestramiento muy temprano.

• Manejo Práctico

Las necesidades alimenticias para un ejemplar adulto y como ración de mantenimiento se fijan entre las 1.450 y 1.650 kilocalorías diarias, incrementándose en periodos de caza. Debe cuidarse especialmente la alimentación, pues la raza tiene una propensión natural a engordar en exceso.

Labrador retriever: ‘Alta tecnología’ para el cobro

Desde el principio de la caza, una de las tareas más enojosas para el aficionado fue la recuperación de la pieza abatida. Con el progreso de la cinología y el desarrollo de los modernos perros especializados en tareas muy concretas, apareció la figura del perro cobrador, que se ha universalizado con el nombre inglés de retriever. En el sentido estricto, el retriever interviene una vez que el perro de muestra ha cumplido su trabajo y el cazador ha herido o dado muerte a la pieza. El retriever se va a encargar de buscar y cobrar, sin dañar, la pieza que abatió la escopeta, para lo cual ha de poseer un finísimo olfato y una aguda vista.
Si tenemos la tentación de considerar la invención de los retriever como un gigantesco paso al frente de la cinología británica del Siglo XIX, basta con mirar alrededor para darnos cuenta de que no era tan novedosa la idea. Desde antiguo, en Centroeuropa y la parte nororiental de Francia venían empleándose perros para una función muy parecida a la de los retriever, solo que dedicándolos exclusivamente a la recuperación de presas de pelo heridas. Son las razas que la venatoria gala designa como chien de rouge (el nombre procede de la caza del gibier rouge, el ciervo), habilísimas en el pisteo de la res que huyó herida a emboscarse. El labrador retriever es la raza más popular entre los cazadores de América del Norte, indispensable en las zonas lacustres y aquéllas con alta vegetación, y también goza de buena difusión en Gran Bretaña. No puede decirse lo mismo en los países mediterráneos, donde su empleo cinegético es menos que moderado, habiendo ocupado, sin embargo, un lugar de honor en otras actividades: como perro guía de invidentes, perro de auxilio para discapacitados, terapia asistida con animales (TAC), perro de rescate entre escombros para terremotos, etc.

Orígenes confusos

Los orígenes de los retriever están emparentados con los de los perros de agua, pues provienen del mismo tronco que el câo de agua portugués, el perro de agua español, el terranova, el water spaniel, el lagotto romagnolo italiano o el barbet francés. Su parecido morfológico es notable, y tanto retriever como perros de agua son animales robustos, de rabo musculoso que les sirve de timón mientras nadan. El labrador recibe su nombre de la península canadiense del mismo nombre, aunque otros autores le hacen originario de Terranova. En cualquier caso, no es autóctono de aquellas tierras, sino descendiente de perros llevados desde Europa.
Citan los ingleses una fuente documental que tiene más traza de leyenda que de veracidad, según la cual un marinero llamado Aarón Thomas, en la isla de Terranova, escribió en la bitácora de abordo un 25 de mayo de 1794: “en estas tierras hay unos perros de pelo raro y tupido, de color oscuro, que ayudan a recuperar las merluzas que se escapan de las redes de los pescadores. Son perros que no dudan en tirarse al agua para atrapar las presas que han saltado de las barcazas. Al finalizar el trabajo son izados a bordo con la ayuda de maromas”. El valor real de la cita no es otro que confirmar ese origen común con los perros de agua empleados desde antiguo.
También se cita con frecuencia un libro del coronel Peter Hawker, ‘Instructions to young sportsmen in all that relates to guns and shooting’ (‘Instrucciones a los jóvenes deportistas en todo lo relativo a las armas y tiro’), escrito en Londres en 1853, que es un catálogo de las aves que pueden cazarse con escopeta, ordenadas alfabéticamente por su nombre en inglés y acompañadas de su nombre en latín y en francés, descripción de sus características y de los perros más aptos para su caza. Este libro recomienda a sus jóvenes alumnos que utilicen un perro de tipo terranova que llama perro de Saint John y lo describe como una variedad pequeña del terranova, “excelente para cualquier actividad cinegética”. Indica que normalmente tienen el manto negro y su talla no es mayor que la de un perro de muestra y añade: “es rapidísimo en la carrera y nadando: tiene buenas patas, pelo corto y no lleva la cola tan enrollada como la del terranova”. Este perro fue considerado durante muchos años el ancestro del moderno labrador.
labrador retriever 3Pero sin duda la tesis más difundida sobre el origen de la raza sea la expuesta por Mary Roslin-Williams en su libro de 1969, ‘The Dual Purpose Labrador’, el primero escrito exclusivamente sobre la raza. Esta mujer era criadora de labradores desde 1939 con el afijo Mansergh Gundogs y al trabajo de sus perreras se debe el moderno labrador tal y como hoy lo conocemos. Estaba casada con Roslin Williams, afamado cazador con terrier y destacado adiestrador de perros de escopeta de la época. Mary contempló unas fotografías del câo de castro laboreiro del norte de Portugal y, encontrando parecido con el labrador, determinó que éste descendía de aquél. Además, las palabras laborerio y labrador empiezan las dos por el prefijo “la”. La cinofilia, producto de la incultura, está plagada de este tipo de errores, al considerar que dos razas que se parecen en su aspecto externo han de tener un origen común. Cualquier pretensión de hacer al perro portugués antecesor del labrador es una falacia que, sin embargo, se seguirá perpetuando en los libros británicos sobre la raza.
Más plausible es buscar el origen en los cruzamientos y retemples de sangre que tanto gustaron a los aficionados británicos del siglo XIX. John Henry Walsh, cinólogo conocido por su seudónimo de Stonehenge, escribió en la revista ‘Britsh Rural Sport’ de 1857: “el moderno retriever es ahora casi siempre el producto de cruces entre setters y terranovas, que presentan un pelo liso u ondulado; o bien cruces entre water-spaniel y terranovas, en cuyo caso el pelo suele ser rizado. Muy a menudo estos productos son a su vez mezclados, presentando una u otra textura. Mi opinión está a favor del pelo liso y un poco ondulado indicativo de la sangre setter más que de la spaniel, ya que pienso que el producto de este cruce es más dócil y, de natural, obediente”.

Los colores

El manto original de la raza es el chocolate, llamado también hígado. Así fue preponderante hasta que la moda impuso el manto negro, que marcaría la raza durante décadas. La antes mencionada Mary Roslin-Williams, ‘madre’ del moderno labrador, solamente criaba ejemplares negros, lo que le valió el apodo de “corazón negro”. En algunas líneas de labrador chocolate se ha notado la influencia de chesapeake bay retriever y flat-coated retriever, quizá por mestizajes llevados a cabo con la finalidad de mejorar sus cualidades cinegéticas.
El primer labrador amarillo reconocido fue “Ben de Hyde”, nacido en 1899. Los primeros perros amarillos eran de tono muy oscuro, casi azúcar quemado, y los criadores les denominaban gold hasta que el Kennel Club de Londres prohibió este nombre alegando que oro no es un color. Desde 1920 se puso de moda el amarillo claro que define hoy la variedad más popular de este perro. A partir de 1980, algunos criadores se propusieron recuperar aquel amarillo oscuro. Dos perros fueron importantes para recuperar el color: “Balrion King Frost”, un perro negro nacido en 1976 que transmitía a su descendencia el color amarillo oscuro; y su bisnieto “Wynfaul Tabasco”, nacido en 1986, al que se ha descrito como el padre del moderno labrador rojo.
En Gran Bretaña, paralelo al club del labrador retriever, existe un club denominado The Yellow Labrador Club, fundado en 1924 para promover la variedad de este color, y que incluso llegó a tener un estándar racial ligeramente distinto aprobado por el Kennel Club. En Estados Unidos es muy popular una variedad de manto denominada silver (plata o gris) que cuenta con un gran número de criadores, aunque la misma no es admitida por el American Kennel Club. Quienes tratan de desautorizar el color plata en el manto de los labradores acuden al tópico de que se trata de un mestizo, un híbrido entre Weimaraner y labrador. Sin negar que algún desconsiderado pueda realizar tales cruzamientos, la realidad es bien distinta. El American Kennel Club estuvo admitiendo hasta 1987 los cachorros silver en sus inscripciones. En ese año, para unificar criterios con el Kennel Club de Londres y la FCI, los cachorros plateados empezaron a registrarse como marrones. La popularidad que está alcanzando en el mundo anglosajón el labrador color plata promete que en el futuro las discusiones sobre la pureza o mestizaje de los ejemplares con este manto vayan incrementándose.

La caza

Los perros procedentes de líneas de caza son animales activos, muy equilibrados y con un alto temperamento cinegético. Su carácter es bueno, con natural predisposición para el adiestramiento y la obediencia. Llama poderosamente la atención su precocidad para el adiestramiento. El rastreo del labrador es rápido -sin ser alocado-, muy meticuloso y con sentido de la reflexión puesto al servicio de un olfato excepcional. En el puesto de migratorias, en el de acuáticas, en una tirada de tórtolas o en un ojeo de perdices, el labrador se fijará dónde caen las piezas con una memoria sorprendente y las recuperará con más sorprendente eficacia. Las que cayeron de ala y buscan esconderse apeonando serán detectadas por su finísimo olfato. Se desplaza con rapidez y silenciosamente, repasando con gran delicadeza el terreno para no espantar las posibles piezas que pudiese haber.  Los labradores son perros con mucha iniciativa, que no se dejan engañar por las argucias de las perdices o los patos heridos que tratan de escapar. Localizan el husmo de la salvajina por débil que sea su emanación. En estos menesteres llegan a adquirir tal pericia, que superan con creces a cualquier perro de muestra y pronto se anticipan a las picardías de la pieza herida que busca ocultarse de sus perseguidores.


labrador retriever 4LABRADORES EN ESPAÑA Y ESTADOS UNIDOS
Parece sorprendente, pero el labrador llegó tempranamente a nuestro país. La primera inscripción en el Libro de Orígenes Español de la Real Sociedad Canina fue en 1913; se trataba de una hembra de color negro y nombre “Stylish Jers”. El primer campeón de España obtuvo el título en 1966 y se llamaba “Wendover Clipper”, propiedad de Ramón de Sentmenat. Con la creación del Club Español de Retrievers, primero, y la Asociación Española del Labrador Retriever, más adelante, la raza fue extendiéndose entre nosotros hasta ser hoy una de las preferidas por los españoles, aunque no para la caza.
Por su parte, el American Kennel Club admitió en 1917 la inscripción en sus registros de Brocklhirst Floss a una hembra que había nacido en Escocia, pero no fue hasta 1932 que reconoció la raza. Este reconocimiento fue fruto de la labor del Labrador Retrievers Club, fundado un año antes en Nueva York. Las pruebas de trabajo para retriever son las más populares del calendario cinegético de Estados Unidos y los ejemplares de labrador, en pugna con las otras variedades de retriever, alcanzan siempre buenas clasificaciones.


UN ANIMAL INTELIGENTE
Los labradores se inscriben dentro del tipo volitivo o cerebral, representado por una individualidad que en lo afectivo marca una tónica de función en sus relaciones con el hombre. Como tipo cerebral, los retriever destacan en todos sus actos por sus perfectas e intensas voliciones. En ellos las reacciones ante determinadas excitaciones son siempre diferentes y juiciosas. El tipo cerebral se caracteriza fenotípicamente por la correlación equilibrada de todos sus órganos y regiones corporales, sobresaliendo la cabeza, de bella forma, dimensiones apropiadas y frente amplia, y en la que no se sabe qué admirar más, si su mirada inteligente y viva, o sus movimientos desenvueltos, justos y elegantes. El labrador tiene una cabeza de buen tamaño y un cráneo amplio que deja espacio a un cerebro bien desarrollado, por lo que es una de las razas más inteligentes que existen.

 

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